A ver: este es un libro densito, oscuro y escrito con lentitud (porque se lee igual un poquito idem). Pero la onda gótica, ominosa (gran palabra: gracias Lovecrafito adorado), viene de perlas a la historia. En un escenario lluvioso y victoriano -a todo corsé- se desarrolla la historia de Faith, nuestra heroína, cuyo papito es un gran naturalista en la previa del boom darwiniano. Y -sale spoiler- el caballero fallece, no se sabe si por propia mano o no. Es entonces que con su Edipo investigativo desatado, la protagonista se va dando cuenta de algunas verdades incómodas respecto a su papi, aparte de cachar mejor el rol de su invisibilizada madre. Y haciendo un zoom back, le saca la foto a la sociedad toda, donde doña Faith figura como una emancipada antes de tiempo, por lo que es considerada -siendo suavecitos- una cabra insolente y levantada, insoportable y que cacha poco del rol de la mujer de su heteronormativa época: poco o casi nulo.
Si alguien leyó a nuestra adorada Calpurnia Tate (se comentó la portada, pero todavía no el interior), se le vendrá a la cabeza ese escenario semejante, algo científico con heroína que quiere evolucionar, a la par de las teorías evolutivas. Pero en “El árbol de las mentiras” el lado científico toma un desvío hacia lo fantástico, con una especie vegetal realmente ominosa (yes!) que le da su nombre a esta maravillosa novela.
La autora, Frances Hardinge, que es descrita por algunas de sus fans como de rasgos élficos (ver foto), es también perpetradora de dos libros que pediremos cuando haya plata: “La voz de las sombras” y “La canción del cuco”, cuyas historias se ven igual de ominosas, la palabra que auspició el programa de hoy.
A ver: este es un libro densito, oscuro y escrito con lentitud (porque se lee igual un poquito idem). Pero la onda gótica, ominosa (gran palabra: gracias Lovecrafito adorado), viene de perlas a la historia. En un escenario lluvioso y victoriano -a todo corsé- se desarrolla la historia de Faith, nuestra heroína, cuyo papito es un gran naturalista en la previa del boom darwiniano. Y -sale spoiler- el caballero fallece, no se sabe si por propia mano o no. Es entonces que con su Edipo investigativo desatado, la protagonista se va dando cuenta de algunas verdades incómodas respecto a su papi, aparte de cachar mejor el rol de su invisibilizada madre. Y haciendo un zoom back, le saca la foto a la sociedad toda, donde doña Faith figura como una emancipada antes de tiempo, por lo que es considerada -siendo suavecitos- una cabra insolente y levantada, insoportable y que cacha poco del rol de la mujer de su heteronormativa época: poco o casi nulo.
Si alguien leyó a nuestra adorada Calpurnia Tate (se comentó la portada, pero todavía no el interior), se le vendrá a la cabeza ese escenario semejante, algo científico con heroína que quiere evolucionar, a la par de las teorías evolutivas. Pero en “El árbol de las mentiras” el lado científico toma un desvío hacia lo fantástico, con una especie vegetal realmente ominosa (yes!) que le da su nombre a esta maravillosa novela.
La autora, Frances Hardinge, que es descrita por algunas de sus fans como de rasgos élficos (ver foto), es también perpetradora de dos libros que pediremos cuando haya plata: “La voz de las sombras” y “La canción del cuco”, cuyas historias se ven igual de ominosas, la palabra que auspició el programa de hoy.
El árbol de las mentiras. Bambú, España. 488 páginas ISBN 9788483435144