Fantasía en pequeño formato
Para quien conoce algo de la obra del británico Neil Gaiman –sus guiones para el comic Sandman,o los volúmenes Stardust o la perfecta Coraline- saben que lo suyo es construir mundos y mitologías. Bueno, en este reciente libro lo hace en diez relatos (uno bellísimo al final, en verso) en los que se pasea entre la ironía y lo perverso.
Por ejemplo, es muy chistoso el relato de la viejita que compra el Santo Grial en una tienda de cosas viejas. Y todo lo que acontece después, con el mismísimo Sir Galahad, miembro de la Mesa Redonda, intentando convencerla de que se lo entregue. O la sorpresa con que se encuentra un club gastronómico, cuando comen la carne del pájaro más mítico que existe. Ambos cuentos alimentan la risa, mientras otros, como el del gato guardián frente a un maligno atacante o el del niño que se va encontrando, a lo largo de su vida, con un troll bajo un puente, toman el cauce oscuro de la fantasía del autor. Lo mismo su narración de un juguete maldito en un ático, el que realmente para los pelos (a quienes los tienen, y no es el caso de un servidor).
Este es un caso de lo poco que se ha traducido de Neil Gaiman en editoriales fáciles de encontrar en librerías. En general su obra en español se encuentra en las tiendas de comics. Coraline es una excepción, lo mismo que El libro del cementerio. Y precisamente en este conjunto de relatos aparece una especie de sinopsis de esa novela. Un verdadero aperitivo, como para despertar el apetito de los consumidores de fantasía. Porque El libro del cementerio también es moneda dura, ojo.
En fin: hay cuentos para todos los gustos, buenos todos, pero nada de realistas (para que después nadie alegue que “era muy fantasioso” o quién sabe qué lesera obtusa).
El cementerio sin lápidas y otras historias negras. Roca , España. 224 páginas. ISBN 9788499181820