Ya. Obra maestra. Listo. Chao.
Y uno que pensaba que este Art, de apellido Spiegelman, dibujaba sencillito, como con el vuelto del pan, estaba requete equivocado. Porque después de leer “Metamaus”, que se lee después de “Maus” (para que aproveche el metagasto, ¿no?), ahí están los kilos de bocetos previos. Así que eso de que parecía súper copiable, fíjate que no (nota mental: ¿se han dado cuenta de que lxs niñxs chicxs imitan los dibujos de Oliver Jeffers sin ni avergonzarse y con entusiasmo? Fin de la nota). En fin. Para quien no conozca esta novela gráfica “Maus”, ganadora de un Pulitzer y tal, se le advierte que se ha perdido una iluminación completa y un cuarto de su resurrección.
Esta es la historia de Art, que aparece en el libro como ratón, al igual que su padre Vladek y cualquier miembro del pueblo judío en la trama. Los nazis son gatos y los polacos gentiles, chanchos. Art es un comiquero underground neoyorquino, que ha publicado por ahí, en pasquines, y que quiere reconstruir la historia de sus padres durante el holocausto. Entonces, la trama le lleva metalenguaje, con las conversaciones entre Art y su papá sobreviviente, que a ratos es INSOPORTABLE (ha quemado los escritos de la mamá de Art, que se suicidó. se ha vuelto a casar y trata como el ajo a la nueva esposa. es tacaño en grado caricatura. y un largo etcétera). Esta tensión permanente -porque es un sobreviviente, aunque a ratos su hijo quiere puro matarlo (en figurado, plis)-, hace que “Maus” sea un relato histórico + tremendo drama personal. Por eso, obra maestra (también pueden verse las como diez horas de “Shoah”, pero aquí hablamos de libros).
Ojo que se trata de dos volúmenes. El primero fue publicado en español por Muchnik (CARíSIMOOOOO), así que me lo leí paradito en la librería Altamira del centro (modo universitario del siglo pasado). Después han sido editadas versiones de Emecé (con traducción de César Aira… ¿será mejor?), Planeta, Norma España, hasta la que está disponible hoy, con los dos volúmenes juntitos, en Random (no tan cara. Y no es gasto, es inversión). Aparte, si la idea es engrupirse a lxs cabrxs para que lo lean (aparte de que no es pura letra y tiene muchos monitos), hay mucho material para dar la lata en “Metamaus”. ¿Lo mejor? Viene un comic breve de Spiegelman en una conversa peripatética con Maurice Sendak . Y ahí el Art dice que no sabe dibujar… entonces, moraleja, hay que puro aplicarse. Porque un defecto llevado a su extremo se convierte en virtud, como dijo Huidobro (cuando me ponga muy Warken, avisen plis).
Maus. Random House, España. 296 páginas. ISBN 9789873650383