Ya. Esta no es una autora, es una de LAS autoras. Y al igual que pasa, por ejemplo, con Ballard, que es uno de LOS autores, y no sólo de “esa leserita con electricidad, esa, la ciencia ficción”, Ursula K. Le Guin es mucho más que una cultora de “esa cuestión con dragones”. Nop. Y debido a que ella hizo “chistes” al respecto -lean sus ensayos en “Contar es escuchar”, que es careli, pero sin desperdicio-, si hubiera nacido hombre, mejor le habría ido. Seguro estaría hace rato instalada en una trinidad heteronormativa junto a Lewis y Tolkien. Pero no. Allí está ella, solita, y más grande aún, porque su obra es realmente extensa y variada -fue, ¡además!, traductora de Gabriela Mistral-, por lo que se les invita a seguir el hilo que va a continuación.
Si se quiere partir de lo que escribió para esxs niñxs que no dejarían subir a la montaña rusa -por tacuacos-, se acaba de editar en español, en Flamboyant, su saga de los gatos con alas, cuatro en un puro volumen (en lo que vendría siendo como un sincretismo del libro de Luis Sepúlveda, ¿no?). Eso es “Catwings”. Luego, para más creciditos, viene la saga a recomendar: Terramar (se me pararían los pelos si tuviera de puro escribir este nombre). Esta es la historia de un proyecto de mago, Ged, que de tan genial es leso. Y para demostrar que es genial, convoca a su propia sombra, lo que lo obligará a madurar a la fuerza, aporreado por las fuerzas sobrenaturales de un mundo en que el poder está en conocer el verdadero nombre de las cosas y seres. Esto se aprende en la escuela de magia de la isla de Roke (para los malpensados de rigor, el primer libro es de 1968 cabres, y la J. K. tenía tres añitos). Esto parte con “Un mago de Terramar”, sigue con “Las tumbas de Atuan” y “La costa más lejana” en un primer período, entre 1968 y 1972. Luego viene “Tehanu” y un servidor debe confesar que no le gustó el vuelco que dio en ese 1990. ¿Por qué? Lo cuenta nuestra ídola en un súper documental que está en Amazon ahorita mesmo, y tiene que ver con que el Terramar de antes fue escrito para un mundo hecho a medida de los hombres. Y en esta nueva entrega los machos proveedores no la llevan -Ged está en el invierno polar de su existencia, casi para hibernación-, y tanto la ex sacerdotisa de las tumbas de Atuan del segundo tomo, como una pequeña niña con la mitad de su cuerpo torturado, son quienes toman el pandero de la trama. Y a uno, que fue educado pensando en que “Dios también es hombre” y tal, se le produjo una tremenda disfunción cognitiva en su momento con este giro. Releyendo, igual es como si fuera una historia la de los tres primeros libros, y otra, la de Tehanu y “En el otro viento”, de 2001. Pero bueno. Doña Úrsula era la dueña de su archipiélago y por eso hace lo quiere, ¿ok? (eso pensé en su momento).
El hilo sigue y sigue y sigue, y si alguien quiere seguirlo, imposible no leer “La mano izquierda en la oscuridad”, donde un embajador llega a un planeta donde sus habitantes son hermafroditas (debe ser el peor resumen de la historia, pero es un libro alucinante, créanlo. Según ese guataca docto de Bloom, es su obra maestra aparte de las peripecias de Ged), o “Los desposeídos”, con otro visitante, pero de un planeta capitalista a su luna, donde se exiliaron los seguidores de algo como un anarquismo taoísta (¡éjale!). Y hay más y más. Si quieren una sinopsis intensa de la mano de K. Le Guin, pero bien hardcore, busquen el cuento “Los que abandonan a Omelas” y me cuentan. Uuuuuh (es chistoso = menos que cero, por siaca).
Ustedes se dirán, ¿y la peli cuándo, ah? Bueno, hay una de animación basada en Terramar que fue TAN mala (sorry, pero me dio hasta acidez), que Miyazaki tuvo que salir de su retiro después del condoro que se mandó su hijo dirigiéndola (y cooperó con Ponyo). Y antes hubo una versión para la televisión TAN ordinaria y rasca que, si bien recuerdo, aparece un puro dragón y de más que le pagaron por minuto de aparición, porque como que dice hola, se tira un flato de fuego, y chao.
En fin. Este año se supone que sale una serie y que ahora sí que sí, pero mientras tanto se les sugiere lo siguiente: hay dos volúmenes de bolsillo, cada uno con dos de los libros de la saga. Y están bien baratos, a $6.830 en Buscalibre, recién lo ví. Lo digo por toda la gente que me va a echar la culpa por comprar tanto libro. Así que ahora, ámenme, ¿vale?
Historias de Terramar 1. Booklet, España. 384 páginas. ISBN 9788445076682.
Historias de Terramar 2. Booklet, España. 480 páginas. ISBN 9788445076699