Ya, mucha letra, así que vamos un rato por los dibujitos. Y como hay más de algún niñx que vio la película (delirante, del mismo dire de la desopilante Shaun of the dead, algo así como steak and kidney pie + zombis), así podemos embutirles (de eso se trata, jajaja, ¿o no?) una saga de seis ejemplares dibujados y concebidos en su integridad (menos el coloreo, en la versión gringa) por el canadiense Bryan Lee O’Malley. El protagonista, de 23 años, es como para cachetearlo más de una vez, porque a veces es un perfecto idiota, pero también nos cae bien a ratos (hay tantos amigos así, ¿no?), así que iguals es posible empatizar con él (y su nombre viene de una canción del grupo de puras chicas Plumtree, cuyo videoclip tienen que ver. Son magistrales, pero se disolvieron -el grupo, no sus humanidades- hace como dos décadas = viejazo. Tienen tres discos, puras joyas).
El sujeto este, el Scott, se debate entre el amor de la preadolescente Knives Chau y su obsesión por la multiteñidora de su pelo, Ramona Flowers. Aparte, comparte habitación con el cínico y muy gay (él se define así, ¿ok?) Wallace Wells y toca el bajo con el grupo Sex Bom-omb. Pero es su coqueteo con Ramona lo que trae una cola inesperada: los siete exnovios malvados (SPOILER= uno es una), contra los que debe luchar en una serie de batallas entre surrealistas/ácidas y en plan videojuego. Todo en una estética bien de manga y con mucho humor (yes!).
Antes de forrarse con esta saga (que también tiene videojuego. O sea, analízate esta intextualidad, Gemma Lluch), este joven O’Malley escribió una novela gráfica sobre la búsqueda del interiorismo de uno mismo adolescente, durante un viaje en auto (o sea, un doble viaje, vaya). Esta MARAVILLA sólo ha sido editada en español por una comiquería mexicana, por lo que hasta que haya vacuna para el coronavirus, olvídense de leer “Lost at sea” (así, con el título en gringo, guey, quién sabe por qué). El otro libro de este autor es “Seconds” y llegó a Chile en algún minuto, pero es más para lectores tirando a los veintitantos, treintas, porque trata de una chef que está entera dudosa de su oficio, de independizarse, de sus amores y de un espíritu extraño que sale de un cajón. Entonces, para un lector de 18 o menos es lo mismo que ver “Escenas de la vida conyugal” de Bergman antes de haber recorrido alguna extensa meseta del afecto matrimonial = Zzzzzz.
Entonces, ya saben, son seis tomos. Igual es más barato que los manga regulares, que salen como a diez lucas el tomo y son chorrientos y en aumento por cada historia. Así que este canadiense es una ganga, visto desde esta perspectiva tan positiva y ahorrativa.
Scott Pillgrim 1 (Ustedes busquen el resto, vaya). Debolsillo, España. 168 páginas. ISBN 9788499081915