El diario de Adrian Mole de Sue Townsend – reseñas de cuarentena – 23

Aunque la idea es recomendar libros para lectorxs entre 14 y 18, el protagonista de este libro tiene 13 ¾ pero igual califica. Porque este cabro de apellido Topo (bueno, uno es Cabezas y ha aprendido a vivir con ello) es tan re divertido y ocurrente, que es como un Papelucho brit con un papá que se “divierte” dándole copete al perro (mal), una mamá que anda puro mirando pal lado (a un vecino, mal también) y con la vieja satánica de la Tatcher al mando del país (peor aún). Entonces, cuando sus compromisos de año nuevo son:

Ayudaré a los ciegos a cruzar la calle. /Colgaré mis pantalones. /Volveré a meter mis discos en sus fundas. /No empezaré a fumar. /Me portaré bien con el perro. /Ayudaré a los pobres. / y Después de tener que aguantar anoche los ruidos repugnantes que venían de abajo, he jurado también que jamás beberé una gota de alcohol.

ahí uno sabe que está frente a una obra maestra de la locuacidad, el ingenio y la mejor literatura (o sea, no fome). Y aunque uno sabe que la Sue Townsend igual escribió hartos más libros de este personaje (siete en total), hay que conformarse que en castellano se encuentra el primerísimo no más (y, gracias a Jebús, en un español menos ezpañol que el de “The sisterhood of traveling pants”, que quedó convertida en “Verano en vaqueroz”, pardiez). Entonces, a buscarlo y leerlo. Y no escribo más, porque hoy no tengo más ganas. Chaíto.

El diario de Adrian Mole. Planeta, España. 328 páginas. ISBN 9788408090755

Artemis Fowl de Eoin Colfer – reseñas de cuarentena – 22

¿Por qué en Chile este personaje no es un hit? Una teoría (mía) es que los primeros tomos de esta saga llegaron en tapa dura y a un precio que ni lo sueñes. Después algún genio de la editorial (o por error, sería mucho más probable) comenzó a importar las versiones más baratas, pero fue como en el tomo tres (tipín “El cubo B”) y ya muchos probables lectores se habían perdido en el camino. Además en esa misma época muchos nos vacunamos con “Airman” del mismo autor -el Eoin Colfer-, una cosa medio histórico fantasiosa con olor a Verne (con chorromil páginas), y nos maravillábamos (suena pomposo, pero iguals) con un libro que requetecuesta encontrar, que se llama “La última oportunidad”, sobre una cabrita algo adolescent/rancia que tiene que volver exprés a la Tierra a redimirse, porque tiene empate de puntaje entre Cielo y Abajo (obra maestra, en serio, pero casi de colección). Y mientras tanto, íbamos leyendo los ocho tomos de este anti héroe que les encanta comparar al Potter, pero no. Artemis Fowl es malo. Y eso es lo entrete.

Artemis II (porque su papá millonario y desaparecido es el número uno) tiene un CI tan grande como su maldad y ambición. Lo cuida y protege Mayordomo (ese es su apellido, ja), que sabe disparar, patear, sacarle brillo a la platería, hacer sopita de pollo y eso. Entonces, este geniecillo del mal se da cuenta de que en el submundo hay muchos seres fantásticos y harto fantástico oro, por lo que se las pone difíciles a estas criaturas (con inteligencia + fuerza, como eso de habla suave y lleva un garrote), entre las que destacan la poli Holly Canija, el centauro geek Potrillo y un enano cleptómano que puede avanzar por el subsuelo comiendo tierra y expulsándola por imaginen donde, y que se llama Mantillo Mandíbulas.

Como Eoin fue profe, de más que por eso conoce a su público (cabros de porquería) y lo mantiene entretenido. Hay mucho jaja y fantasía y personajes graciosos (como la mamá loquita de Artemis, o la que se convierte en su némesis y después no, Minerva, aparte del tecno Jon Spiro y del profe Kronski, líder extincionista). La saga no guatea y, por lo mismo, ¿para qué leer su versión en comic, ah? Y viene película Disney, por lo que hay carrera contra el tiempo para leer y luego ponerse troll. O no.

Artemis Fowl. Montena, España. 288 páginas. ISBN 9789509080003

Habla María de Bernardo Fernández, Bef – reseñas de cuarentena – 21

Este es un sueño (en estos días de pesadilla): una mesa redonda con Gusti, Gallardo y Bef. Los tres son ilustradores mayúsculos, en estilos diferentísimos, y cada uno de ellos ha abordado la condición de su prole con maravillosos libros. El argentino Gusti, con la historia de su hijo Down Malko (en “Malko y papá”), el español Miguel Gallardo con su hija autista en “María y yo” (que tiene un aggiornamento con su “María cumple 20”) y el guatón maravilloso -como uno no más, colega- que nos convoca, el mexicano Bef (alias Bernardo Fernández, o al revés ¿no?). Si ustedes lo ven en una foto, dirán: seguro que éste, onda rockeriento, hasta huele a pucho y tequila (¿ven que son prejuiciosos, ah?), pero no. Habrán de saber que él es del straight edge, una corriente del punk que dice que lo más radical es no meterse nada, porque ahí sí que estás bien despierto para evitar la represión del sistema. Éjale.

En fin. Hay otras novelas gráficas sobre condiciones. Uno puede quedar muy re mal después de embarcarse con “Epiléptico. El ascenso del gran mal” de David B, porque te queda clarito que ninguna familia está preparada para estas situaciones. Y en este caso, es el hijo/dibujante/”sano” el testigo recriminador y con una tremenda cuenta acumulada, brrrrr. También está “Una posibilidad entre mil” de Cristina Durán y Miguel Ángel Giner, en que el foco está puesto en los papis/autores y el nuevo -e inexplorado- mundo en el que deben habitar con y por su nueva hija. Y, precisamente, más en la mitadita, está “Habla María”.

En esta obra gráfica se narra la vida de María, de sus padres -que se separan en el proceso de crecimiento-, de TODO, de todo lo que significa la llegada y la permanencia de una hija autista. Sin poesía innecesaria, bien clarito en su relato, gracias a sus cuotas de humor se aleja de lo adultocéntrico, por lo que viene bien para algún lector adolescente, es la modesta opinión. Uno se hizo de su ejemplar en tierras charrúas, pero los avispados de Catalonia lo editaron por acasito en Chilito, así que no cuesta conseguirlo, ojo.

Y si quieren hablar/leer sobre autismo con más pergenixs, allí están “El cazo de Lorenzo” de Isabelle Carrier y “El día de Manuel” de María José Ferrada y don Pato Mena, que son realmente pensados (empatía, le dicen) para cabrxs chicxs, porque a veces se desata el lado poético/pedagógico/esdrújulo al hablar de estos temas, y mejor que no.

Habla María. Catalonia, Chile. 152 páginas. ISBN 9789563246971